Santuario o Ermita de la Virgen de los Desamparados
“Está pues situada en la cima de un calar, cuyas vistas son admirables. Por la parte de poniente se registra una espaciosa llanura. Por la de levante es insaciable su amenidad, considerada la variedad de aguas o riegos que fecundan y benefician su rivera. Se presenta a la vista y frente de las sierras de Alcaraz. Y lo que la hace más plausible y de mayor deleite a sus moradores, que tirando la vista al mediodía. Se descubre la ermita y santuario de Nuestra Señora de los Desamparados, a distancia de media legua corta. Cuya ermita por los años de 1650 fue avocada de San Cristóbal, hasta que por cierto devoto se colocó la gran Reina de los Ángeles en el altar mayor de este santuario, habiéndose aumentado tan excesivamente la devoción de los moradores de Villanueva que en todas sus necesidades y dolencias no hayan más refugio ni amparo que acogerse al patrocinio de esta Señora, especialmente cuando se experimenta falta de agua para los campos. En cuyas ocasiones y conflictos con la mayor veneración, procesionalmente conducen a esta Soberana Reina a su iglesia parroquial en que le tributan reverentes cultos…” (Encuesta del Cardenal lorenzana. Capítulo 2º, II.1782).
La historia de la ermita nos es bien conocida gracias a los estudios e investigaciones llevadas a cabo por Juan Ángel Amador Fresneda. Datos que han sido recientemente publicados en el libro Religiosos Manchegos de los siglos XVI al XIX (2011). Una obra de referencia para conocer la evolución histórica del edificio.
La ermita antigua era un edificio de últimos años del siglo XV, fue de advocación a San Cristóbal hasta que en al año 1650 comenzó a venerarse la imagen de la Virgen de los Desamparados. Año tras año se fue imponiendo el culto a dicha imagen decayendo el de San Cristóbal en el pueblo y en el santuario. La ermita ha tenido, a través de los siglos, diversas transformaciones y obras.
Durante más de un siglo, desde la construcción del primer edificio religioso de advocación a San Cristóbal, tuvo su puerta principal de entrada, con una pequeña escalinata de acceso orientada al este, mirando al pueblo, hacia el camino de las Cuevas por donde habitualmente se llegaba a la ermita. El emplazamiento de retablo original y altar mayor estuvieron situados en el lado opuesto al actual durante más de un siglo.
Las obras de construcción, ampliación y reforma de la ermita se han desarrollado durante cinco siglos: En los últimos años del siglo XV se construye la ermita a San Cristóbal, pasado un siglo ya se habría perdido parte de la devoción a dicha imagen en el pueblo, decayendo su culto y en los últimos años del siglo XVII el edificio debía de presentar también algunos problemas de conservación, y a partir del año 1650, con la llegada de la Virgen de los Desamparados al santuario y pasadas varias décadas, se plantea la remodelación de un nuevo edificio para hacer el templo más acorde con las nuevas necesidades religiosas.
Consistió en el nuevo trazado de crucero, el núcleo central con tres arcos de refuerzo, ábside, techumbres, camarín de la Virgen y sacristía, con un pequeño habitáculo situado debajo, aprovechando el desnivel del terreno. En el camarín se conservan pinturas murales de la reforma realizada en el siglo XVIII.
A últimos del siglo XIX y principios del XX, se reforma el arco de la puerta principal, quizás por los benefactores que se mencionan en la placa de mármol de la puerta de la entrada. También se añade la vivienda que existe en la actualidad para los santeros.
En los años 40, se construye el pórtico, actual entrada, con arcos, ventanales de hierro y puerta del mismo material, posteriormente se acomete el actual trazado del tejado, integrando todas las dependencias de la ermita bajo la cubierta. Después se acomete el refuerzo del pórtico de entrada con vigas de hormigón.
En el año 1967 se finalizó el trazado del nuevo camino de acceso a la ermita, desde la carretera de Albaladejo.
En la década de los años 70, se instaló el agua potable con la conexión desde el pueblo, se construyeron las lonjas y el chalet como sede de la Hermandad, realizándose también las obras de la explanada, decorándose y completándose con barandilla procedente de la reforma del altar mayor de la iglesia parroquial. Se instala la línea de energía eléctrica, posteriormente se construye la plaza de toros.
En los años 90 se realizan obras de rehabilitación y restauración, del suelo, enfoscado de paredes, crucero, ábside y la nave principal, descubriéndose en la pared interior del lateral derecho unas pinturas murales de motivos religiosos con un programa iconográfico de imágenes con pasajes de santos, en la nave central, originarias de la antigua ermita de San Cristóbal.
En el año 2010, se realizó una reforma con buen gusto para el mantenimiento y embellecimiento de fachadas con piedra tallada, en esquinas, ventanas, dinteles, aleros de tejados y alrededores del edificio, con obras de acceso y nuevo mirador por el lado derecho del edificio religioso.
La ermita está situada a 3 kms de nuestra localidad en dirección a Albaladejo en el paraje natural llamado Los Calares. Cuenta con una zona residencial y otra ajardinada y está en la cornisa de una meseta.
A su espalda tiene un Mirador donde se puede contemplar unas preciosas vistas, apreciándose todo el valle por el que discurre el Río Villanueva y la Sierra del Relumbrar. A los pies del mirador se encuentran unas Cuevas que pueden ser visitadas, como la cueva de los morciguillos, la cueva de los pastores, etc.
Actualmente en el retablo de la Virgen se encuentran a cada uno de sus lados dos imágenes más, San Cristóbal y San Pedro y a la derecha de ellos en la pared esta la imagen del Santo Cristo del Consuelo (imagen que en su origen en años anteriores estaba en la antigua iglesia de la localidad y que fue trasladada al santuario cuando esta se demolió para la construcción de la que tenemos en la actualidad).